miércoles, 31 de agosto de 2011

Ñan

Tú estás ahí enfrente
dorado y crujiente.
Una fugaz idea cruza mi mente
de un solo golpe (ñan) comerte.

Poco a poco te quito la vestidura
y al descubierto me deja
una visión que ¡Qué hermosura!

Mi mano se acerca sigilosa
y te sujeta todo golosa.
Estás suave y blandito
me lanzo hacia ti pegando un grito.

Me contengo algo dudosa
¿será pecado esta maravillosa cosa?

Mi lengua algo viciosa
a ti se acerca pudorosa
y sin contemplación limitada
te lanza una lametada.

Estás dulce y jugosito
¡Qué delicia! Es mi osito.

Tú sigues ahí impasible
esperas mi decisión
aunque pienses, si es posible
en una rápida definición.

Con un paso hacia ti me acerco
¿y si luego me arrepiento?
con que gusto te daría un tiento.

Ante tanta indecisión
tu empiezas a deshacerte
¡Qué sofoco! ¡Qué represión!
algo habrá que hacerte.

Y otra vez a la carga me lanzo
esta vez seguro que te alcanzo

Con evidente glotonería
y sin siguiera usar marrullería,
en mi boca te meto enterito
a disfrutar de este mi favorito.

La sensación que ese momento
y durante un segundo siento
es como un fuego que me abrasa
que me inunda
que me quema
que me lleva

Tu ser se resbala jugoso
por mi garganta sedienta
mientras mi cuerpo azorado
espera a su éxtasis dar rienda suelta

¡Qué delicia!¡Qué placer!
Sin bombones no sé que hacer
de licor o rellenitos
por desgracia dan algunos kilitos.

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