Me gusta mirar tu cuerpo desnudo sobre la arena, bronceado por el sol y con pequeñas gotas de mar y de sudor recorriéndolo. Me gusta seguir con mi vista cada centímetro de tu piel mientras mi cabeza idea mil formas de disfrutar de ese momento.
Me acerco aún un poco más a ti y te soplo suavemente en la frente. Quiero ver tus ojos. Suavemente pongo mi mano en tu cuello y como si de una brisa de viento se tratara acaricio tu espalda. Muy suave, como si estuviera dibujando sobre ella con una pluma. Me miras y me sonríes. Acerco mi cara a tu cuello y lo beso, no puedo evitar estremecerme ligeramente, me estoy excitando y tu también. Mis manos siguen en tu espalda y bajan poco a poco.
Te das la vuelta, y me abrazas, acercando tu boca a la mía y se unen en un beso que empieza inocente pero que poco a poco se hace intenso y caliente.
Tus manos mientras acarician mis hombros y, bajan por mi espalda hasta el bikini. Tu boca no se separa de la mía. Torpemente, como siempre, has conseguido desabrocharme y quitarme el bikini. No me da ni tiempo a desear tus manos en mis tetas cuando ya están sobre ellas, suavemente, acariciándolas…
Separo mi boca de la tuya y te miro a los ojos, has leído mis pensamientos, empieza el juego sin tregua, dejando que nuestra pasión rezume por todos los poros de nuestra piel.
Ahora soy yo la que acerco mi boca a la tuya, quiero comértela, mi lengua busca la tuya y la provoca. Tus manos no han soltado mis pechos pero has cambiado la forma de tocarlos, ahora empiezas a hacerlo como sabes que me gusta, con fuerza y firmeza..
Me pellizcas los pezones y no puedo reprimir un gemido de placer, me gusta que los presiones entre tus dedos.
Bajas tu boca hasta mi pecho y empiezas a jugar, tu lengua lo recorre entero, y poco a poco se va centrando en mi pezón, lo muerdes mientras tu otra mano juega con el otro. Empiezo a sentir como una corriente recorre mi cuerpo hasta mi sexo, siento como este empieza a palpitar y a humedecerse. Meto mi mano dentro de la braguita, quiero tocarme, está muy mojado y caliente…
Me llamas niña mala y me dices que eso no se hace, que tu me vas a enseñar como es. Me empujas suavemente hasta que quedo tumbada boca arriba, acercas tu boca a mi escote y vas bajando tu lengua por mi cuerpo, pasas por el ombligo y llegas a la braguita, .jugueteas por el borde, primero alrededor de mi cintura, luego en las ingles y me abres bien las piernas y sin quitarme las braguitas, ya sabes lo que me gusta, mordisqueas mi clítoris. Te pido que pares, me las quito y te pido que continúes. Tu lengua juega entrando y saliendo de mí, me gusta que me folles así, bueno, me gusta que me folles de todas maneras posibles. Tu lengua busca mi clítoris, lamiéndolo entero, de arriba abajo, en círculos, más fuerte, mas lento. Ahora son tus dedos los que me follan y yo la que me acaricio los pezones…
Un calor inmenso recorre mi cuerpo, siento una descarga eléctrica en mi sexo y sin poder, y sin querer evitarlo, me corro. Cuando terminan los espasmos de mi vagina, cojo tu cabeza, que continua entre mis piernas, y la levanto. La tienes toda brillante con mis fluidos. La acerco a mi cara y la beso, quiero saber a que sé en ti…
Quiero sentirte dentro de mí, quiero sentir tu polla dentro de mí. Te quito el bañador. Está dura, colorada, a punto de reventar, como a mí me gusta.
Jugueteo con el lóbulo de tu oreja, mordiéndolo, besándolo. Bajo por tu cuello, tus hombros, llego a tus pezones, ya sé que no te gusta demasiado pero juego con ellos mordiéndolos ligeramente, das un pequeño respingo con un quejido. Bajo hasta tu ombligo, mi lengua lo recorre. Te da la risa. Te he dejado todo el pecho mojado de mi saliva. Bajo hasta donde empieza tu pubis, mis dedos y mi lengua se entretienen en enredarse en tu pelo. Noto como tu corazón se acelera y acerco mi boca a tu polla y muy suavemente y, solo en la punta, empiezo a lamerla. Lametadas pequeñas pero muy húmedas. Me la meto entera en la boca y empiezo a mover mi boca arriba abajo, apretando un poco, solo lo justo, haciendo que su piel se deslice lubricada por mi saliva, mientas mis manos exploran tu entrepierna, acarician los huevos con firmeza, mi boca y mi lengua no paran. Una de mis manos se dedica a tus huevos y la otra coge tu polla y empieza a masturbarla mientras sigue en mi boca. Siento como se calienta e hincha más, pero todavía no quiero que te corras, no así…
Me siento encima de ti, es muy fácil que entres dentro de mí, sigo muy mojada. Te siento muy dentro, empiezo a cabalgar sobre ti, mis tetas se mueven arriba y abajo al compás de mis movimientos. Tus manos en mis caderas, en mis tetas, en mi cara. Sin sacarla me inclino sobre ti y te beso en la boca, tus manos buscan mi culo y lo aprietan…
Quiero que me folles como más me gusta, a cuatro patas. Me coloco y siento como entras en mí. Me gusta que me pegues buenos empujones, tus manos en mi culo, de vez en cuando me das un cachete. Tus huevos me golpean en cada embestida, cada vez más fuerte. Te llamo mala bestia y me río. Me gusta. Me quito y te sorprendes. Quiero que te corras en mi boca, te vuelves a sorprender, es la primera vez pero te pone la idea. Te tumbas y yo me coloco entre tus piernas. Libidinosamente mojo mis manos con saliva y glotonamente me meto tu polla en la boca, entera, hasta dentro y empiezo a masturbarla fuertemente, no aguantas mucho. Y explotas.
Cuando terminas me miras y te ríes. Yo también me río, tengo toda la cara manchada, parte me ha salpicado el cuello y las tetas.
Me acercas a ti y buscas un lugar no demasiado pringado para darme un beso.
- - Es muy posible que hoy lleguemos a 7.
- - Me ofrezco voluntaria para intentarlo.
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